¿Quién es Samuel Verlaine?
Introducción
¿Quién Soy? Hace seis años, mi vida tomó un giro inesperado tras una importante fractura. Lo que siguió fue un viaje doloroso hacia el sufrimiento, donde mis experiencias más deseadas comenzaron a disminuir o a dejar de ser disfrutadas. Este inesperado suceso marcó el comienzo de un cambio drástico en mi existencia, uno que nunca había anticipado ni deseo en la actualidad, aunque permanece latente. Pero antes, repasaré brevemente mis inicios.
Origen
Nací en la histórica Sevilla, un 31 de mayo de 1983, y fue ahí donde se me presentó el puzle de la felicidad. Con mis primeras piezas, comencé a conocer el entorno que me rodeaba y a mí mismo. Tras mudarnos a Huelva con mi familia, adquirí nuevas piezas, pero fue a los 18 años cuando me di cuenta de que el puzle seguía bastante incompleto, así que decidí vivir independientemente. La ciudad elegida fue Marbella, famosa por su clima y bañada por el mar. Durante dieciséis años, dediqué mi vida a El Corte Inglés, un lugar que no solo me proporcionaba sustento, sino también un sentido de propósito y pertenencia. Las nuevas piezas de mi puzle encajaron perfectamente y, cuando lo terminé, disfruté de los mejores años de mi vida.
Dolor y Sufrimiento
Un imprevisto día arrasó con mi estilo de vida; me encontré perdido y desconcertado, dejando caer el puzle y haciendo saltar todas las piezas por los aires. Varios huesos rotos y varias operaciones dieron forma al cambio que no esperaba en mi vida, pues no era cuestión solo de una fractura osea sino que también, mi futuro se había fracturado por completo. Fue drástico, me tomó por sorpresa y me dejó anhelando los días pasados. Pero mi esperanza puesta en la recuperación me hizo volver a sentirme y a armar el puzle de nuevo con toda la seguridad y garantías, que iba a lucir en mí la misma sonrisa de felicidad que durante tantos años me había caracterizado.
Ese ancla en el pasado se convirtió en una sombra que me seguía a cada momento, arrastrándome lentamente hacia las profundidades de una depresión que oscurecía cada aspecto de mi vida. No había recuperación posible y perdí el trabajo al que había dedicado los mejores años de mi vida con tanta pasión. Intenté mirar hacia el futuro con buenas perspectivas, deseando disfrutar de la vida sin ataduras, pero la preocupación por mi futuro se tornó en ansiedad y se convirtió en una barrera casi insuperable, sumándose a mi carga emocional.
El año 2023 fue particularmente difícil. El puzle nunca volvió a completarse. Cuando cayó al suelo, muchas de las piezas que saltaron por los aires acabaron por perderse y nunca más las volví a encontrar. Estuve ingresado en el hospital varias veces, habiendo perdido completamente la esperanza. Pero entonces, en noviembre, algo cambió. Comencé a mejorar, poco a poco, día tras día, gracias al universo y a un esfuerzo incansable por parte mía y de quienes me rodean. Hace escasamente un mes, pensé que ya estaba todo superado pero aprendí a no confiarme cuando me vi de nuevo envuelto en salas de hospitales.
Conclusiones
Ahora, mirando hacia atrás, veo este viaje no solo como una serie de eventos desafortunados, sino como una oportunidad para aprender y crecer. A pesar de los momentos oscuros, he aprendido a valorar cada día y a encontrar felicidad en las pequeñas cosas. He descubierto una fortaleza en mí que no sabía que existía y he aprendido la importancia de cuidar no solo mi cuerpo sino también mi mente.
Esta experiencia me ha enseñado que la vida puede cambiar en un instante y que lo que realmente importa es cómo respondemos a esos cambios. Aunque el camino hacia la recuperación ha sido largo y está lejos de terminar, estoy agradecido por cada paso que me ha llevado a ser más fuerte, más resiliente y más consciente de la belleza que existe en el mundo.
Mi historia es un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, hay esperanza. La depresión y la ansiedad, aunque poderosas, no definen quién soy. Estoy aprendiendo a vivir de nuevo, a apreciar cada momento y a encontrar alegría en las cosas más simples. Este viaje no ha sido fácil, pero ha sido increíblemente valioso. Me ha enseñado que, no importa lo difícil que parezca la vida, siempre hay un camino hacia la luz. ¿Y el puzle? Aún le quedan varias piezas perdidas, pero a través del sendero y con vuestra ayuda, estoy seguro de que aparecerán y volverán los años más felices de mi vida.
Samuel Verlaine.
